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Decreto de Retiro Optativo



Decreto de Retiro Optativo
© J. G. Chamorro
Imagen de portada: Andrea Piacquadio



Decreto de Retiro Optativo

Los escritores de ciencia-ficción en los dorados años 50 y 60 casi siempre profetizaban un futuro en donde el ser humano cada vez necesitaría trabajar menos, gracias a la automatización, esto le permitiría disfrutar de un mayor tiempo para el ocio, la cultura y otros intereses no vinculados al mundo laboral.

No pasaron muchos años hasta que comenzara a vislumbrarse que el futuro, pintaba mucho menos idílico de lo que sus plumas habían imaginado, y es que casi ninguno introdujo en la ecuación el hecho de que también aumentaría el nivel de vida, y el consumo energético, de manera que para mantenerlo, no solamente habría que trabajar lo mismo, sino que habría que hacerlo más.



Poco antes de establecerse el Decreto de Retiro Optativo, el desembolso de las arcas públicas en concepto de pensiones rozaba la mitad de lo que recaudaban, y un siglo atrás, en 2012, era ya del 37%. En esa época, la edad de jubilación se había fijado a los 67 años, mientras que el porcentaje total de impuestos que abonaban los contribuyentes al erario, era del 35%.

Sucesivas crisis y micro crisis económicas alternadas, dibujaron un panorama menos halagüeño todavía. Paulatinamente se incrementaron los impuestos, y se redujeron las prestaciones sociales de cualquier índole, por lo que ya no sólo era cuestión de trabajar más, sino también durante más tiempo.

Por fortuna, los avances científicos posteriores, nos permitieron aumentar nuestra esperanza de vida, de modo que salvo accidente catastrófico, o enfermedad sin posibilidad de remplazo orgánico, era factible rozar los 150 años, y elegir por nosotros mismos, cuando queríamos jubilarnos.

Suena maravilloso, pero todo tiene un coste.


****



Me llamo Martin, tengo 76 años y gracias a Dios mi salud es perfecta, sin ningún problema de relevancia hasta el momento (crucemos los dedos). No en vano con casi 40 años trabajados a lo largo de mi vida, he acreditado el derecho a gozar de un aspecto físico equivalente al de un hombre maduro de cincuenta y pico años "de los de antes".

Hace un par de semanas que abandoné mi puesto como programador informático en una empresa de tamaño mediano, y ahora me encuentro en la tesitura personal de si debo reemprender mi carrera profesional en otro sitio, o bien sería más conveniente acogerme al Decreto de Retiro Optativo, y jubilarme para siempre.

Para algunos representa asumir que se va a empezar a morir, consumiendo lo que se ha ido ganando. En cambio para otros es justo lo contrario, el comienzo de la vida sin la atadura del trabajo, y la consiguiente capacidad de dedicarse a lo que uno quiera. Yo lo veo solamente como un eufemismo, que te obliga a decidir si ya ha llegado, o no el momento.

Las normas son así de sencillas, por un lado, cada año trabajado conlleva 3 meses de paga íntegra que se acumula a tu futura pensión. Por otro, te da derecho a un tratamiento de Telomeral® a cargo de las cuentas públicas, que de media ralentizará tu envejecimiento por esos mismos 3 meses. Si eres rico, las normas son todavía más fáciles, y ni siquiera es necesario haber trabajado. Basta con que pudieras pagar de tu bolsillo los costes de tu tren de vida, y el tratamiento anual.

Han sido ya muchos años de intenso trabajo y presiones constantes, así que poder comenzar mi retiro, no suena nada mal. Si decido hacerlo, tengo acumulados algo más de 10 años de paga, lo que me condenaría a vivir el resto de mi existencia tirando de los escuálidos ahorros que he conseguido, mientras los administro lo mejor posible.

He considerado también que en cuanto me jubile, se me privará de mi derecho al tratamiento anual de telómeros (Telomeral®), de manera que voy a empezar a envejecer al ritmo biológico normal, con el malestar y los achaques que ello pueda implicar en el futuro.

Por supuesto que he pensado en la posibilidad de adquirir el tratamiento por cualquiera de las vías no-oficiales, empero con su elevado coste, mis reservas económicas se agotarían en todavía un tiempo menor.

Podría esperarme durante 10 o 20 años más, y continuar dignificándome con el trabajo diario, seguramente así las cosas serían más sencillas. Podría retirarme con 90 años, y disfrutar de 15 o 20 años más de jubilación totalmente cubiertos con mi pensión, reservando los ahorros para cualquier eventualidad.

Tengo amigos que no han llegado a disfrutarla, desafortunados accidentes, han acabado con sus vidas antes de que pudieran hacerlo, y eso es una razón más para decidirme. Por lo demás, los órganos sintéticos, pueden reparar cualquier daño degenerativo o por enfermedad que mi cuerpo pudiera contraer, y de una forma tan sencilla como es para un especialista el cambiar la pila de un reloj. Salvo el cerebro, por supuesto, del que a pesar de los esfuerzos, de momento no tenemos recambio. Todo lo demás está cubierto y garantizado.

Este último argumento, me perturba sinceramente, porque en cuanto abandone el Telomeral®, sé que las posibilidades de patología orgánica aumentarán progresivamente como consecuencia del envejecimiento más rápido, y dentro de estas posibilidades, está naturalmente, que puedan afectar al cerebro. Un ictus, un tumor, …

He revisado los datos de 2111 publicados por la OMS en internet, y el porcentaje de daños cerebrales a partir de los 75 años es bastante bajo, del orden de un 2% dependiendo de variados factores, por lo que lo tengo decidido. Mañana iniciaré los trámites para acogerme al Decreto de Retiro Optativo.

Ante esto, se me plantea una nueva decisión, tal vez más importante y compleja que la primera… ¿Qué voy a hacer con tanto tiempo libre?


FIN

Notas a "Decreto de Retiro Optativo"
Ante la Convocatoria del II Concurso de Relato Corto de Ciencia Ficción de ZonaeReader había considerado participar con alguno de los relatos que ya tenía escritos. Supongo que por la reciente jubilación de mi padre, se me ocurrió la idea de este relato, y decidí desarrollarlo para presentarlo en su lugar.

La crisis económica y financiera que lleva azotando al mundo casi un par de años, ha conllevado el inevitable aumento de la edad de jubilación, la subida de los impuestos, la reducción de los beneficios sociales, etc…

Además de que los mangantes que han gestionado la economía, lo han hecho de forma poco saludable (algo que ahora llaman tóxica), y han aprovechado la situación para su lucro personal. Están por supuesto los agentes internos del mundo contemporáneo, en donde se empieza a trabajar más tarde, y con una expectativa de vida más elevada, se disfruta de la jubilación por más tiempo.

Es paradójico como la ciencia-ficción contemplaba generalmente futuros mucho más fáciles y felices; o por el contrario, entornos totalmente degenerados y distópicos. Sin embargo, las cosas no son tan blancas o tan negras como se imagina, y acaban teñidas de una tonalidad gris intermedia.

Esta es mi interpretación de ese gris, de la que doy por sentado que en el futuro volverá a ser reinterpretada, y se demostrará lo equivocado que estuve.

El fallo del concurso no fue favorable, quedando clasificado en la posición 41 de un total de 56 relatos presentados. Sin embargo, los comentarios de los usuarios que lo leyeron, son un premio suficiente.

"No sé qué decir...
El futuro muy bien planteado desde el punto de vista social y objetivo por parte del autor, me ha dejado impresionada.
Lo que no me ha convencido es la última frase del final. A lo mejor es porque desde esta época que vivimos estamos escocidos por la crisis y también por el aumento del año de jubilación, así que se me hace imposible imaginar no saber cómo gastaría mi tiempo libre. Incluso, puede que tenga tantas ideas y proyectos en la cabeza que ese "tiempo" ya no sería "libre".
Reitero que la visión futurista de la realidad social está muy bien lograda".

"Supongo que me echareis a los leones por lo que voy a poner ahora....pero yo soy poco lector de ciencia ficción....de hecho no sé si habré leído mas de dos o tres cosas en mi vida... (nada de Asimov ni de otros que habláis....) Así, que me limitaré a valorar los relatos si muchas referencias de otros autores, en base a si me gustan o no (lo que hago siempre por otro lado jeje)
En este caso el relato me parece que está bien escrito, cortito (936 palabras....anda que si llegan a poner límite jeje), y si bien como he dicho me parece que está bien escrito...a mí personalmente me ha aburrido un poco, lo he leído pero...no ha despertado en mí mucho interés, es la reflexión de un personaje, pero sin muchas historia o emoción, no sé, me he quedado igual la verdad".

"Me ha transmitido la sensación de una entrada a un diario. O mejor dicho, un blog. Aunque un poco largo, para entrada de blog incluso, pues no sabemos cómo serán los blogs en la época en que nos sitúa el autor.
Coincido en que la situación temporal es muy buena y que nos plantea una realidad muy probable. El elemento del fármaco me ha gustado y las pistas que da sobre cómo se ha podido alargar tanto la vida (los órganos artificiales). Todo esto, mezclado con un tema que nos atañe en estos tiempos, hace que la historia sea fácilmente identificativa y que resulte muy real, o posiblemente real.
Un lenguaje adecuado, y ritmo, a lo que puede ser "un pensamiento en voz alta", narrado en primera persona, le da al conjunto una homogeneidad notable, junto con las distintas posibilidades que se va planteando el personaje y sus respuestas.
Por poner algún pero podría decir que el inicio, a modo de introducción, quizá pudiera haberse planteado más como el resto del relato, siendo el protagonista el que nos fuera aportando los datos que sitúan el texto y en el tiempo en el que se contextualiza; quizá algún diálogo con un posible funcionario que fuera resolviendo las dudas del protagonista, estando ya éste en el proceso de tramitación de su "Derecho de Retiro Optativo", pudiera haber aportado más dinamismo al conjunto.
Aunque quizá haya sido esta la manera escogida por el autor del relato, transmitiendo un cierto punto de apatía, como un "bueno, a ver, qué vamos a hacerle", que narrado en primera persona da una sensación aún más de hacia dónde nos encaminamos: la individualidad del ser frente al resto de la sociedad. En ese sentido concuerda bien con el fondo que trata: trabajarás para pagarte tu longevidad y tú decidirás cuándo parar y escoger qué tiempo tienes para "vivir" (entendiendo vivir como disfrutar, que está bien descrito con la última frase del relato) y la idea que transmite: qué voy a hacer ahora que ya no trabajo (y tengo tiempo por delante). Ese pensamiento nos sitúa también en algo muy actual y hacia lo que parece que vamos encaminándonos: abejita laboriosa has de trabajar para satisfacer a la gran abeja Reina y si has sido buena abejita tendrás "jubilación", tendrás "vida" (alargada "artificialmente") y si has reunido suficiente "polen" (dinero para pagarte tu jubilación, o sea, el fármaco y atenciones que te alargarán la vida), podrás ser "un jubilado".
Una buena idea que vista desde otra perspectiva o explicada con otra técnica pudiera haber sido más entretenida; aunque no deja de ser imaginativa".

"Está más o menos este cuentito. La atmósfera imaginativa es clara, se entiende en seguida. Noté que está dividido en dos partes, y en un cuento corto, como éste, es bastante inusual; con pocas palabras logra representar un posible mundo desde el punto de vista socio-económico y su repercusión en las personas que conforman determinada sociedad.
La ciencia ficción es un campo muy amplio. Puede ser asociada a la fantasía, a la aventura, también al terror, al drama... quiero decir que la ciencia ficción puede asociarse a todos los estilos o géneros o subgéneros, o como sea que le digan. Particularmente, prefiero la ciencia ficción fantasiosa, o como sea que le digan. Sin embargo, en la idea estructural del cuento hay una cierta originalidad, pero se lee rápido, no por un excelente ritmo, sino por la brevedad del mismo".

"La realidad supera la ficción y desgraciadamente lo que estamos viviendo ahora da cuenta de ello.
A este paso desde luego que nos va a pasar como al protagonista de la historia, porque en ella la gente vive más pero solo para trabajar, en el momento que abandones ese mundo, el del esfuerzo para que otros se lucren gracias a ti, ya te puedes buscar la vida, que nadie se acordará de todo lo que has hecho.
Y más o menos es lo que está pasando ahora. Personas que ya no hacen falta en una empresa son mandadas a tomar por saco porque a un agente superior le sale de las narices. Y ya pueden llevar media vida con ellos que da igual. A la calle, sin dinero ni posibilidades de encontrar otro trabajo.
El relato está bien escrito, y desde luego que la idea podría tacharse de fantasiosa, pero ahora mismo no la veo muy descabellada.
Se me ha hecho demasiado corto (yo en mi línea como en el último concurso) y me habría gustado saber algo más, profundizar más en el tema.
De todas maneras creo que la idea es interesante, por lo que muchas gracias al autor por mandarnos este primer relato y dejarnos ver lo que para él podría llegar a ser el futuro, y no uno muy lejano a mi parecer".

"En cuanto al relato en sí, utiliza una forma muy simple y a la vez inteligente de incorporar la ciencia ficción al texto con esa narración en primera persona a modo de diario, con mención de los tiempos y sucesos que nos permitan situarnos.
Por otra parte, el elemento de ciencia ficción está realmente integrado en la esencia del texto, es decir, que no es una adaptación forzada de otro tipo de idea hasta maquillarla como ciencia ficción, lo cual es un problema que se encuentra a veces en relatos en esta línea y mucho más si son para un concurso. En este caso, es parte del propio concepto, como cambia la visión personal en un entorno o futuro con condiciones muy distintas de las actuales.
En cualquier caso, pese a ciertos aspectos interesantes, el relato se me quedó corto, y no ya en extensión, sino que al llegar al final éste no me produjo un excesivo impacto. Si, propone una reflexión, pero quizá hubiera podido llegarse al mismo punto produciendo más impresión o implicación del lector".

"Al principio, con tanto dato, me he sentido como leyendo un periódico, pero luego, ha cambiado, y he contemplado a groso modo ese "futuro" no tan lejano al paso que vamos.
Me ha gustado. Confieso que no soy ninguna "fan" de la ciencia ficción, lo cierto es que no hay ningún autor de este tipo, más allá de las obras visionarias de Julio Verne, que en su tiempo serían un claro exponente de este género.
En fin, enhorabuena al autor, por este relato, que si bien no tiene grandes pretensiones, está bien redactado".

"Vamos a ver, el relato más que un relato parecen las instrucciones del manual de la lavadora. El ritmo ha sido neutro y no hay en el texto ningún pico de emoción. El protagonista se dedica a dar una serie de datos que, en teoría conoce de sobras, pero se dedica a explicárselos a sí mismo, pero los explica. En este caso no me importa mucho el tema, pero si la manera de contarlo. Lo siento pero no me ha gustado. Además le veo otro fallo, el final. Un relato corto (y mucho más uno tan corto como este) tiene que sorprendernos y/o dejarnos intrigados. No hace ni una ni otra cosa".

"Agradezco la brevedad, pero si bien lo bueno breve es dos veces bueno, en este caso lo breve ha sido no tan malo, lo que me obliga a volver a agradecer al autor su brevedad. Lo único que me ha gustado del relato ha sido el uso de la palabra Telomeral®, que supongo que, como su nombre indica, influye en los extremos de los cromosomas y en la ribonucleoproteina llamada telomerasa... pero el uso de una palabra no modifica mi impresión final del relato".

"Lo mismo que ocurrió en otros concursos anteriores, se presentan relatos con ideas muy originales, pero que literariamente dejan mucho que desear. Lamentablemente, creo que en esta primera obra, se peca un poco de eso. El relato es muy técnico, muy frío, no nos mete en el mundo de nadie, y los razonamientos que se hacen en él, son igualmente asépticos, carentes de emociones. Se podría decir que la historia está escrita periodísticamente, o casi como un tratado de economía, o un ensayo sociológico. Pero no cabe duda, desde mi punto de vista, que le falta algo, posiblemente algo cercano a los sentimientos y alejado de la lógica.
El ritmo es cadencioso y plano pero como es corto, se lee rápido. Está bien escrito desde el punto de vista morfológico. Creo que el autor, lo puede hacer mucho mejor, tiene ideas para ello y estoy seguro de que si sigue escribiendo, terminará por conectar con esa parte del alma humana que hay que conocer para escribir buenas obras".

"El comienzo de este relato nos sitúa en un punto muy similar al actual en cuanto a lo político y social. A partir de ahí, nos muestra la incertidumbre del protagonista sobre lo que debe hacer, ¿jubilarse o no?. Todo ello asociado a que junto a la jubilación, si no eres adinerado, viene la vejez corporal. Creo que parte de una idea interesante, y que podría haber sido más desarrollada".

"Si tuviera que definir este relato con una sola palabra diría "unidimensional". Me explico: parece que la vida del protagonista, Martin, se desarrollara únicamente entre el ocio y el trabajo, como dos extremos de una línea. Se habla también, de las preocupaciones económicas y sobre la salud, pero siempre relacionadas con el mismo hilo conductor.
¿A setenta y seis años no tiene hijos o nietos? ¿Compañer@, amante o amig@s? ¿Una afición apasionante? ¿Al menos un foro donde dar la paliza a conocidos y extraños? Quizás el autor pretenda reflejar así una cierta tendencia actual, por la que la vida se circunscribe a ámbitos cada vez más estrechos, pero el resultado me ha parecido un poco plano. Quizás también por la brevedad del relato.
Formalmente el relato me parece correcto (salvo alguna coma ausente o en exceso y un "pudiera" que me ha parecido más bien un "pueda") y el ritmo ágil, con una premisa de tipo histórico acertada, en mi opinión, para la ambientación (bastante escasa, por cierto) aunque su autoría (ausente) sea un poco desconcertante".

"Buena reflexión social de un futuro no demasiado deseable. La falta de un argumento o trama le quita algo de interés aunque he de decir que está muy bien escrito. Me gusta la frase final. Y es verdad hay mucha gente que le asusta el tiempo sin tener en nada que ocuparlo. Este relato bien podría ser un capítulo de otro más largo, o bien como la introducción misma del relato. Da un poco la sensación de estar 'incompleto'".

"El relato me ha resultado demasiado corto. Parece más la introducción a una historia que la propia historia en sí. Con todo, la idea no está mal y está bien expresada, aunque la frase "se agotarían en todavía un tiempo menor", la cambiaría por "se agotarían en un tiempo menor aún". La primera me ha rechinado un poco.
Otra vez gracias a los autores por dejarnos despellejar sus obras. Tiene su mérito la cosa".

"Coincido con algunos en la frialdad de un estilo cuasi periodístico.
Evidentemente, la manipulación de nuestro futuro es tema recurrente en la CF, aunque esta obra no deja de ser una mera especulación sin desarrollo narrativo ni desvíos dramáticos o de acción. Sólo descripción".

"Una vista fugaz a una posible administración de nuestras vidas en un muy posible futuro. Creo que el autor no fue ambicioso con el tema y lo quiso presentar tal cual, una problemática a la cual nos enfrentaremos, sin tramas y posibles soluciones, lo que invita a hacer la ciencia ficción".

"Este relato, más parece un artículo de periódico; se le podrá criticar por no tener desarrollo y de más, pero si lo leemos dos veces detenidamente, nos daremos cuenta que la idea esta muy bien pensada y trenzada. En esa sociedad utópica parece que no falta trabajo, pero no es ese el problema que plantea sino el de la jubilación. No es para siempre ni para toda la vida, sino por el tiempo trabajado, que se extingue.
Plantea el problema del telomeral, que no se regala, cuesta mucho dinero, y asimismo el qué hacer una vez jubilado. Estas tres tesituras obligan al individuo a elegir su modo de vida, de trabajo, y de jubilado.
Como idea me parece muy original; un buen punto de partida para escribir relatos combinando estos elementos".

"Aunque es breve el relato toca temas muy interesantes, sobre cosas que podrían cumplirse en un futuro no muy lejano. Es una posibilidad muy real que en unas décadas se consiga incluso doblar la esperanza de vida, lo cual plantearía muchas cuestiones que se dejan entrever en el relato.
Además, visto el nombre usado para el fármaco que prolonga la vida parece que el autor está informado sobre cuál podría ser una solución verosímil (algo que al menos para mí es importante cuando se escribe ciencia ficción), ya que es muy posible que el envejecimiento esté relacionado con los telómeros. Quizás le haya faltado más desarrollo, pero los planteamientos no dejan de ser sugerentes".

"Las diferentes opciones que se le presentan a Martin son iguales a las actuales: aunque aumente la esperanza de vida, los ciudadanos debemos trabajar más tiempo para asegurarnos de disfrutar de una jubilación digna. Pero ¿para qué jubilarse?; mejor morir, como dicen, como los artistas: en el escenario, en plena actuación, en total apogeo..."

"El relato de futuro cercano distócico me ha parecido bien estructurado a nivel formal y de coherencia estructural, si bien, bajo mi punto de vista, incide demasiado en lo objetivo, en los hecho concretos, y apenas nada en lo subjetivo, en cómo le afecta esto al protagonista. También echo de menos un final con algo más de impacto".

"Más que un relato veo Decreto de Retiro... como un posible ensayo sobre el futuro sistema de pensiones y los posibles avances de salud dentro de un siglo, ya que como relato tan solo plantea una situación y la opción de un individuo ante la misma. Además, al no plantear las opciones laborales de ese futuro, no sabemos si trabajar 90 años con el cuerpo de un cincuentón es un suplicio o una rutina llevadera que te permite disfrutar de fines de semana de relax durante más tiempo y cafelitos con los compis en ese mismo tiempo. Una buena idea que podría ser el germen de un cuento más extenso".

"El texto tiene buenas ideas, pero la verdad es que como relato le falta algo, le falta la acción y el desarrollo de esas buenas ideas. Por ejemplo aunque la crítica social está latente, le falta afinar los culpables de esa situación, o la lucha del personaje contra esa injusticia. Un poco lo que hace Stephen King en El Fugitivo".

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| jgchamorro |

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